Por Luis Bruschtein
Durante la semana se produjo el noveno casamiento en Argentina entre personas del mismo sexo, con lo cual tendría que debilitarse terriblemente la familia, aumentar el número de curas pedófilos y de crímenes sexuales, los niños comenzarán a hacer preguntas desagradables, los referentes masculinos empezarán a mariconear y la sociedad pasará a hacerse peligrosamente “rara”.
Estos casamientos se produjeron en los distritos donde ya han sido permitidos y lo que se está discutiendo ahora es una ley nacional. Hubo 9 casamientos y no se desplomó el cielo. Ningún hogar, ningún niño, ninguna persona resultó afectada. En cambio, la sociedad mejoró porque es más justa, porque las 18 personas que se casaron ejercieron un derecho que antes tenían todos los ciudadanos menos ellos.