La conmemoración se llevará a cabo a orillas del río Paraná, en el lugar donde hace 165 años las tropas de la Confederación Argentina frenaron el avance de los barcos anglofranceses. El acto será encabezado por la Presidenta.
Hoy, por primera vez, el Día de la Soberanía Nacional se celebrará con un acto oficial que será presidido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el lugar donde se concretó hace 165 años la batalla de la Vuelta de Obligado. Será a partir de las 18, a 20 kilómetros de la ciudad bonaerense de San Pedro. La Presidenta inaugurará allí un monumento cuya concreción ella misma alentó, realizado por el artista Rogelio Polesello. Durante la jornada, actuarán Teresa Parodi y el barítono Ernesto Bauer junto a la orquesta del Regimiento de Infantería de Patricios. Además, se proyectará un documental del Canal Encuentro sobre la batalla contra los buques anglofranceses. También por primera vez el día se recuerda con un feriado nacional, que se concretará el lunes próximo.“Fue una metáfora a cañonazos de la alianza entre sectores de la dirigencia local y los intereses de poderes internacionales en contra de la Patria y de las grandes mayorías, algo que lamentablemente recorre toda la historia de nuestro país”, afirmó ayer el historiador Pacho O’Donnell, quien entregará a la Presidenta la Orden de la Soberanía Nacional. Se trata de un prendedor en forma de estrella federal, labrado en oro, plata y coronado por 16 rubíes. Este historiador es bisnieto de Sabino O’Donnell, sobrino y médico del general Lucio Mansilla, quien estuvo al mando de las tropas enviadas por Juan Manuel de Rosas. Mansilla recibió un golpe de metralla durante el combate y tuvo que ser atendido por O’Donnell.
La batalla se produjo el 20 de noviembre de 1845 en un recodo del río Paraná conocido como la Vuelta de Obligado, donde el ejército enfrentó a la escuadra anglofrancesa, que buscaba asegurarse la libre navegación de los ríos. “Es solamente comparable al cruce de los Andes, se trató nada menos que de la defensa de un país alejado, nuevo, pobre, desarmado, contra el ataque conjunto de Inglaterra y Francia, las dos mayores potencias del momento”, dijo O’Donnell, autor de La Gran Epopeya, un libro que evoca ese episodio.
La flota anglofrancesa estaba compuesta por naves de guerra que iban a la vanguardia de 95 barcos de carga, repletos de productos para ser colocados en Corrientes y en Paraguay. Los patriotas cruzaron gruesas cadenas sobre el curso de agua para tratar de impedir el paso de la flota invasora y montaron tres baterías de artillería sobre las barrancas. De esta forma y luego de once horas de combate, consiguieron mermar la marcha de la flota enemiga.
Durante el acto se proyectará el documental-ficción realizado por Marcos Sacchetti y Pablo Santagelo, fundadores de Occidente Producciones, que también podrá verse por el Canal Encuentro hoy a las 21.30. “El documental es parte del ciclo ‘Batallas de la Libertad’ y es una revalorización del origen del ejército rosista, desde una perspectiva histórica, política y estratégico-militar. También sirve para mostrar lo que significó esta batalla para la construcción del Estado nacional y nuestra soberanía”, le comentó a este diario Jésica Tritten, directora de Contenidos del Canal Encuentro.
“Por intermedio de este programa podremos conocer cómo estaban compuestos los distintos ejércitos, qué ropas usaron, y hasta qué armas se utilizaron, cómo funcionaban y cómo estuvieron dispuestas en la contienda. El fin principal de este ciclo es conocer el factor determinante que selló la gesta del ejército patriota y comprender las consecuencias decisivas que tuvo cada batalla de la guerra por nuestra independencia”, comentaron los productores del ciclo.
Según el cronograma difundido por la Unidad Bicentenario de Presidencia de la Nación, el acto comenzará a las 18 con un discurso del intendente de San Pedro, Pablo Guacone. Después la banda de Patricios interpretará por primera vez la “Oración a los héroes de la Vuelta de Obligado”, que contiene los toques de órdenes de la batalla, y se dispararán veintiún salvas de honor. La misma banda, junto al barítono Ernesto Bauer interpretará el Himno Nacional. A las 19 hablará la Presidenta, quien descubrirá el monumento alegórico realizado por el artista Rogelio Polesello, un semicírculo que tiene la forma de las cadenas que se usaron para detener a la escuadra invasora.
Luego se escucharán los acordes de la Marcha de San Lorenzo, mientras el cielo será surcado por fuegos artificiales. Teresa Parodi estará a cargo del cierre musical del acto. Anoche, los organizadores informaron que las personas que decidan acercarse en auto, pueden tomar la ruta 9 a la altura del kilómetro 178 o la 191. En ambos casos, el trayecto continúa por el acceso de Río Tala.
Repensar y hacer la historia
“Jóvenes alumnos: (...) ¡Desgraciados los pueblos que olvidan! ¡Demos gracias al cielo, porque sabemos glorificar a San Martín; démosle gracias porque sabemos execrar a Rosas (...).”
Discurso de José Manuel Estrada, rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, con motivo de la muerte del ex gobernador Juan Manuel de Rosas, el 24 de abril de 1877.
Un nuevo feriado nacional. Una nueva efeméride escolar. Bueno, no, nueva no: ya estaba incluida en el calendario educativo.
Pero nueva sí en un sentido, ya que el feriado y los debates públicos sobre qué y por qué recordar el 20 de noviembre, y sobre todo, por qué, ahora, han provocado que muchos docentes, en muchas escuelas, consideren necesario revisar qué decir en un acto sobre el Día de la Soberanía Nacional o repensar qué imágenes exponer en las carteleras alusivas a “la Vuelta de Obligado”.
Tal vez vuelvan a ser elegidas, para esos actos y carteleras, las palabras de reconocimiento que en su testamento José de San Martín tuvo para Juan Manuel de Rosas.
Escribió el Libertador, de puño y letra, en 1844: “El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla”.
Unas palabras que, durante décadas y hasta ahora mismo, complicaron y todavía complican a algunos historiadores, dirigentes políticos y formadores de opinión, interesados en definir “el mito de los orígenes de la Argentina”, y a quiénes considerar los “padres fundadores” de “la patria de todos los argentinos”, y en dar sermones sobre qué le hace bien o mal a “la patria”. Difícil de explicar, para ellos, el elogio del “prócer indiscutido” al “peor de los tiranos”.
Y ahora, de repente (¿de repente?), el 20 de noviembre es feriado nacional. Una decisión política tomada, según algunos, sólo para impulsar el turismo. Demagogia populista, según otros.
Sin embargo, el feriado invita a leer, otra vez (por primera vez en el caso de la gran mayoría de los jóvenes) aquellas palabras de José de San Martín y a repensar o pensar qué es la soberanía y, todavía más, qué es la patria.
¿Por qué en este noviembre de 2010 parece que estamos leyendo con ojos nuevos y con entendimiento nuevo las palabras del por muchos considerado “padre de la patria” a Juan Manuel de Rosas, casi por esos mismos muchos considerado “el peor de los tiranos”?
¿Será que la patria no tiene padres?
¿Será que la patria no necesita que algunos se encarguen de definirla?
¿Será que la patria la construyen, en el pasado como en el presente, personas comunes que hacen cosas extraordinarias en el tiempo que les toca vivir?
¿Será que empezamos a correr los velos que desde el 24 de marzo de 1976 oscurecían la memoria histórica, la historia referida en los discursos públicos, la historia elegida para contar en la televisión y en la radio y en los actos públicos, y en los afiches y en las pintadas, y en los monumentos construidos, y en los feriados establecidos por ley, y en la historia enseñada en la escuela?
Cuando se descorren esos velos, se puede ver la realidad social, magnífica y conflictiva, construida por varones y mujeres con necesidades, con intereses, con anhelos. Y en lucha, siempre en lucha: en dimensiones más cotidianas y personales, o en dimensiones más históricas y sociales.
Y todos anhelando vivir mejor. Que de eso se trata estar en el mundo haciendo la historia.
Cuando se descorren esos velos, y podemos ver que la historia ha sido y es lucha, y podemos reconocernos como constructores de la realidad social, entonces “soberanía” deja de ser una palabra a buscar en el diccionario.
Cuando los protagonistas de la historia se hacen cargo de ella, para construirla más justa, entonces, se apropian de la soberanía.
De una soberanía que, así, en los cuerpos de todos nosotros, protagonistas de la historia argentina y sudamericana, recobra el origen etimológico de la palabra: y nos hace “superiores”, en el sentido de estar y poder ver desde “más arriba”, cada vez más “abundantes”, más “excesivos”, más próximos a “vencer”.
1 comentario:
que bueno que se haya llevado a cabo un feriado por el dia de la soberania nacional! en serio, es muuy importante para que el pueblo argentijno tenga mas trabajo. Mi hermana trabaja para ujna cadena de hoteles cinco estrellas en praga y me comento que cuando hay feirados..el turismo auemnta notablemtente
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